Amar a Dios

                         Amar a Dios Es Amar Su Palabra

     No hay mejor manera de mostrar nuestro amar para con Dios y Su Hijo que amando Su Palabra.  2 Juan 6 dice: ''Y esta es el amar, que andemos según sus mandamiento...'' Jesús también dijo:  ''Si me amáis, guardad mis mandaqmiento'' (Juan 14:15). La palabra de Dios contiene todas las cosas que se necesitan para tener una vida que necesario para prepararnos para vivir eternamente con Dios y con todos los redimidos en el cielo. ¿(Cómo podemos mostrar que amamos Su Palabra?

         Demostrarnos que amamos la Palabra de Dios al aceptarlas como inspirada en vez de palabras en vez de palabras del hombre. Pablo afirma que:  ''Toda la Escritura es inpirada por Dios'' (2 Timoteo 3:16) .  Por lo tanto, si negamos la inspiración de la Escritura, no solamente desmostramos una falta de honor y respeto hacia ella, sino que hacemos a Dios mentiroso, porque Su Palabra afirma que es inspirada.

          Demostrarnos que amamos que amamos la Palabra de Dios mediante la obediencia a lo que ella dice. El escritorio a los hebreos describe la Palabra de Dios como ''viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos'' (Hebreos 4:12). En Hebreos 5:8,9 aprendemos que Cristo es autor de eterna salvación para todos los que le obecen.

           Demostramos que amamos la Palabre de Dios cuando asistimos a la reuniones de la iglesia.  La Palabra de Dios nos enseña que no dejamos de congregarnos en las asambleas de los santos (Hebreos 10:25). Cuando dejamos de congregarnos, violamos su mandamiento, y debemos rectificar en los ojos de Dios.  Si tenemos una actitud correcta hacia la Palabra de Dios, asistir a las reuniones nos será una bendición. No será una situación en la que me pregunto:  ''Debo ir?'' El asistir a la reuniones de adoración nos será una oportunidad para motivarnos a hacer cosas más grandes en nuestro servicio a Dios, y esperaremos con muchas ganas la próxima reunión.

            Demostramos que amamos la Palabra de Dios cuando la comunicamos a otros. Cuando decimos a otros la Palabra de Dios, contamos la maravillosa historia de Jesús y Su amor para con los pecadores. Por la obediencia hemos sido liberados del pecado, y como cristianos, disfrutamos vida nueva en el Hijo de Dios. No hay un acto más importante que se puede hacer en favor del pecador que presentarle al Salvador del mundo, Jesucristo, y ayudarle comprender la salvación que Él le ofrece.

            Demostramos que amamos la Palabra de Dios cuando como padres enseñamos a nuestros hijos a tener el debido respeto hacia la Escritura. Padres, Dios ha dejado en sus manos la responsabilidad formidable de criar sus hijos en el camino del Señor (Efecios 6:4). Demos a nuestros hijos un buen fundamento para que, cuando sean mayores, tengan una actitud apropiada hacia Dios, Su Palabra, Su iglesia y hacia su propia jornada al cielo.

             Demostramos que amamos la Palabra de Dios cuando somos fieles a ella. ¿Ha sido usted fiel en obedecer todo mandamiento de Dios?  David dijo: ''Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino'' (Salmos 119:105).  ¿Dejará usted que la Palabra de Dios sea lámpara a sus pies y lumbrera a su camino?  Si usted no ha sido fiel a las cosas mencionadas arriba, ¿por qué no comenzar ahora demostrar su amor para con Dios y Su Palabra?