Fe
Fe El filósofo romano Lucio Séneca una vez declaró que “la lealtad constituye el bien más sagrado del corazón humano”. Tristemente, la tendencia liberal moderna es profanar todo lo que se llame sagrado. Por ejemplo, considere la institución sagrada del matrimonio. Hollywood hace burla del voto nupcial que declara, “Hasta que la muerte nos separe”. El divorcio es tan común en los Estados Unidos que en algunos estados iguala o supera el número de matrimonios.1 Lo cierto es que aunque la lealtad, o la fidelidad, sigue siendo el bien más sagrado del corazón humano, ahora se ha convertido en un bien devaluado. La gente ya no está tan dispuesta a invertir en la fidelidad—sea en la amistad, el trabajo, la familia o incluso el matrimonio. Y en el aspecto espiritual, la fidelidad a Dios está atravesando tiempos más difíciles. ¿Qué es la fe? La palabra griega traducida “fe” en Gálatas 5:22 es pistis, y puede hacer referencia a la “convicción basada en lo oído” (cf. Romanos 10:17; Hebreos 11