Fruto del Espíritu⁚ Paz


Paciencia



Se ha dicho que desde que se inventó el microondas la vida de las personas en los hogares cambió significativamente. Las comidas no solo se calentaban, sino que demostraba que había cosas que se podían hacer rápidamente. Para nuestro bien, la velocidad en las que se hacen las cosas también ha llegado en la manera como hacemos los pagos digitalmente, en cómo llegamos de un lugar a otro por medio de un viaje aéreo, cosas que antes era un desafío. 


Pero aunque esto nos ayuda en gran manera, al mismo tiempo nos sumerge en la ansiedad. Por ejemplo, al encender  el microondas en 1 minuto, estamos desesperados para que ese minuto sea el más rápido, y quizás lo más probable que hagamos es que no esperemos a que termine. 


La  ansiedad trae consigo el estrés. Lo cual hace que uno esté molesto, irritado, de mal gusto porque las cosas no suceden cuando al toque las estamos solicitando. Todo esto nos aleja de participar del fruto del Espíritu Santo que es la paciencia. 


Según el diccionario Paciencia es: Capacidad de sufrir y tolerar desgracias y adversidades o cosas molestas u ofensivas, con fortaleza, sin quejarse ni rebelarse. 

Gálatas 5:22. La palabra griega traducida como paciencia es Makrutomia, que básicamente su significado es “Constancia de ánimo”


La Biblia habla de Dios, como el Dios de la Paciencia (Romanos 15:5), la paciencia y la misericordia de Dios van de la mano (Jonás 4:2). El apóstol Pedro dice que Dios aguarda con paciencia no queriendo que ninguno perezca, sino que procedan al arrepentimiento (3:9). Dios desea que todos los hombres sean salvos (1 de Timoteo 2:4). 


Ahora, hay algo que nosotros necesitamos saber: La paciencia se desarrolla a causa de las adversidades (Santiago 1:3; 2 de Timoteo 3:12). Aunque a ciencia cierta a nadie le guste pasar por las adversidades. 


Como cristiano, recuerde la paciencia de Job, él perdió todo, incluso a sus hijos, y hasta enfermo de una terrible lepra desde sus pies hasta su cabeza. Y aunque su mujer le pidió que culpara a Dios por esa terrible situación, él no lo hizo sino que respondió: 


¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?”  (Job 2:10). 


¿Creemos nosotros que estamos pasando por situaciones más duras que Job como para perder la paciencia?. La paciencia sin duda es una virtud importante pues con ella nos sostenemos esperando en Dios porque es cuando él quiere y no cuando nosotros queramos además con ella nos cuidamos 

de no pecar contra nuestros semejantes.


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