El pecado más Peligroso
El Pecado Más peligroso
Se cuenta la historia de una joven madre que dejó a su pequeño hijo a la sombra de un árbol y luego fue a trabajar en un campo cercano. Al estar tan ocupada, se olvidó de su hijo. Cuando finalmente regresó, el sol del verano había estado brillando por un rato en la cara del bebé y lo dejó ciego por el resto de su vida. La madre no tuvo la intención de hacerle daño, pero tanto ella como su hijo tuvieron que pagar un gran precio por su negligencia.
La Biblia advierte repetidamente en cuanto al peligro de la negligencia. De todos los pecados, el pecado de la negligencia es el más peligroso. En los siguientes párrafos ofreceremos algunas razones por las cuales esto es así.
La negligencia es peligrosa por su naturaleza engañosa. La gente de Dios reconoce el asesinato, la mentira, la borrachera, el adulterio, y el robo como grandes pecados, pero a menudo son engañados en cuanto a la negligencia de los muchos actos de justicia que deberían realizarse.
Nos alarmamos por los pecados cometidos, pero no nos alarmamos por los pecados omitidos.
La negligencia es peligrosa porque no requiere esfuerzo. Se requiere energía para involucrar a una persona en cometer un pecado, pero no hace falta esfuerzo en el pecado de omisión. Por ejemplo, no se requiere esfuerzo para evitar a los necesitados, para ignorar enseñar a todos aquellos a quienes tenemos oportunidad de proclamar la verdad, para no asistir a la adoración o estudios bíblicos, o para evitar hacer lo que tenemos habilidad para hacer en el servicio a Dios.
La negligencia es peligrosa porque es la raíz de otros pecados. Un campo cultivado es un campo libre de malezas, pero un campo descuidado pronto se llena de malas hierbas y espinos. La mejor prevención en contra de toda forma de mal es el cumplimiento apropiado de nuestras obligaciones. Cuando en el Antiguo Testamento David se volvió ocioso, esto lo llevó al adulterio con Betsabé. Cuando estamos ociosos, estamos más propensos a encontrar faltas y sembrar discordia entre los hijos de Dios.
La negligencia es peligrosa porque es contraria al espíritu y al propósito del evangelio. La ley de Israel decía "No debes". El evangelio dice, "Debes". La meta de muchos hoy en día es simplemente "ser buenos", pero el Señor quiere que "hagamos el bien," además de "ser buenos" (Hechos:10:38).
La negligencia es peligrosa porque las personas negligentes se perderán. Esta verdad surje cuando leemos (Mateo:25:14_30) El siervo en esta parábola no fue acusado de crueldad o inmoralidad o deshonestidad, sino que fue maldecido __ maldecido porque enterró su talento, descuidó su oportunidad. Has escuchado la pregunta, "¿Qué debo hacer para ser salvo"? Ahora preguntamos "¿Qué debo hacer para estar perdido?". En una palabra "¡Nada!"
Si un niño cae en un río bravo, debe esforzarse para poder ser salvo, pero ningún esfuerzo se necesita para perderse. El hombre ya está perdido en pecado (Romanos:3:23). Sólo es necesario descuidar el medio de salvación para estar eternamente perdido.
Muy interesante el tema, oportuno siempre👍!! Gracias!🙌 🙌🙌
ResponderBorrar